Erase una vez un Sultán que salió fuera de la ciudad a dar un paseo. Se encontró con un pobre hombre trabajando en plantar una palmera, a lo que correspondió dándole una bolsa de oro. A tal hecho respondiole el pobre hombre: "¡Plantaron y comimos, plantemos y que coman!" Respondiole el Sultán con otra bolsa de oro, el hombre volvió a decir: "Las palmeras tardan una año en dar fruto y ésta ya me ha dado fruto". El Sultán viendo como se explicaba aquel hombre, le regaló otra bolsa de oro, a lo que que hombre alegó: "Normalmente sólo dan fruto una vez al año y ésta me ha dado ya tres veces". El Sultán, dirigiéndose a la corte que lo acompañaba dijo: "Sabio hombre, pero vayámonos antes de que me arruine".
Por J.J.
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